
Economía
CRISIS ECONÓMICA EN SANTA FE: LA INFLACIÓN DISPARA LOS PRECIOS MIENTRAS EL CONSUMO CAE EN DOS DÍGITOS
16/09/2024 - 10:13

La economía de la provincia de Santa Fe enfrenta un escenario complejo y contradictorio. Mientras que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para agosto marcó una inflación del 4%, acumulando un 93,7% en los primeros ocho meses de 2024, el consumo cayó dramáticamente, registrando una baja de dos dígitos en comparación con el año anterior. Esta combinación de alta inflación y desplome del consumo evidencia una situación de tensión económica difícil de revertir.
Según el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec), la inflación interanual llegó al 240%, siendo los sectores más afectados "Atención médica y gastos para la salud" (+5,7%), "Transporte y comunicaciones" (+5,3%) y "Vivienda y servicios básicos" (+5,1%). Estos aumentos constantes en los costos de bienes y servicios esenciales dificultan cada vez más la capacidad adquisitiva de las familias.
Inflación y caída del consumo: ¿cómo se explica esta paradoja?
A simple vista, parecería contradictorio que el consumo disminuya al mismo tiempo que los precios suben. Sin embargo, esta relación tiene una explicación clara en la economía de crisis que atraviesa Santa Fe y el país en general. La inflación constante erosiona el poder de compra de los salarios, que en muchos casos no logran mantenerse al ritmo de los precios. A medida que los ingresos reales caen, las personas consumen menos porque no pueden pagar los precios de productos básicos.
Esta realidad se ve reflejada en sectores de consumo masivo, donde la demanda de productos esenciales ha caído abruptamente, forzando a los comercios a recurrir a descuentos y promociones agresivas para sostener las ventas. De hecho, en agosto de 2024 se registró un aumento en el número de ofertas y campañas promocionales en supermercados y tiendas minoristas, pero a pesar de estos esfuerzos, la caída del consumo sigue siendo significativa.
Impacto en los productos de primera necesidad
El aumento de precios en productos como la papa, que subió un alarmante 49,8% en agosto, refleja la gravedad de la situación. Incluso alimentos de consumo cotidiano, como galletitas dulces y cerveza, registraron subas superiores al 7%. Aunque las promociones buscan incentivar el consumo, el encarecimiento generalizado y la pérdida de poder adquisitivo limitan el éxito de estas estrategias.

