
Economía
EL DÓLAR IMPULSA LAS IMPORTACIONES: CRECE EL INGRESO DE CARNE PORCINA DESDE BRASIL Y SE PONE EN JAQUE LA PRODUCCIÓN LOCAL
11/04/2025 - 17:34

Las importaciones de carne porcina desde Brasil se dispararon en los primeros meses de 2025, encendiendo luces rojas en el sector productivo argentino. Según datos oficiales, en el primer trimestre del año ingresaron más de 13.000 toneladas de carne, lo que representó un aumento del 353% en volumen y del 377% en valor respecto al mismo período de 2024. Un récord histórico que revive los fantasmas de los años 90, cuando la Argentina llegó a importar 70.000 toneladas anuales.
El fenómeno tiene múltiples causas, pero una se destaca por encima del resto: el atraso cambiario. Con un dólar que muchos califican de “regalado”, los productos brasileños ingresan al país a precios que dejan sin chances a los productores locales. "Estamos caros en dólares", advierten desde el sector, mientras Brasil vende barato y gana terreno.
El efecto es devastador. La carne porcina nacional no logra competir, los precios internos se distorsionan, y los márgenes de rentabilidad se achican peligrosamente. El problema no es solo económico: también se afecta la integración de la media res, ya que cortes importados como la bondiola y el pechito se venden a valores que arrastran hacia abajo al resto de los cortes, incluso a los de menor valor, como las patas o el rabo.
Además, hay una preocupación sanitaria y ética: el uso de ractopamina, un aditivo promotor del crecimiento prohibido en más de 160 países, sigue siendo legal en Brasil. Su utilización no solo mejora la productividad en un 6%, sino que permite ofrecer un producto más barato, aunque cuestionado por sus efectos. En Argentina, en cambio, los productores adhirieron a estándares más exigentes y sostenibles, lo que agrava aún más la desigual competencia.
Los números hablan por sí solos: mientras la carne vacuna subió un 24% y la de pollo un 21% en lo que va del año, la carne de cerdo apenas aumentó un 9%, fuertemente condicionada por las importaciones. “Si siguen habilitando importaciones, incluso de carne vacuna, más de un sector va a empezar a entender lo que está pasando con la porcina”, alertan voces del campo.
El temor es concreto: si la tendencia continúa, la proyección para 2025 podría acercarse a las 60.000 toneladas importadas, lo que sería una verdadera “locura”, según analistas del rubro. Para muchos, esto representa un punto de inflexión. La carne brasileña está desestabilizando al mercado argentino, y el silencio oficial ante esta avalancha empieza a ser tan alarmante como la situación misma.
La batalla por la soberanía alimentaria y el sostenimiento del empleo rural está en juego. Y, por ahora, parece que la carne carioca lleva la delantera.

