LA CIENCIA DEVELO CUÁL ES LA MEJOR HORA PARA CAMINAR

En la constante búsqueda de estrategias efectivas para combatir la diabetes y mejorar la salud cardiovascular, un estudio reciente de la Universidad de Limerick, en Irlanda, arroja luz sobre un hábito sorprendentemente sencillo y accesible: caminar después de comer. Este acto aparentemente trivial podría ser un aliado poderoso en la regulación de los niveles de azúcar en sangre, según los hallazgos de la investigación.

La actividad física regular es bien conocida por sus beneficios para la salud, incluida la mejora de la sensibilidad a la insulina y la gestión de los niveles de glucosa en sangre. Sin embargo, el momento en que se realiza esta actividad podría ser crucial para maximizar sus efectos positivos. El estudio irlandés destaca que un breve paseo, de tan solo dos a cinco minutos a un ritmo moderado, realizado justo después de las comidas, puede ser particularmente eficaz para evitar picos de azúcar en sangre, que son especialmente comunes después de consumir alimentos.

Estos picos posprandiales (después de comer) son momentos críticos para quienes buscan controlar sus niveles de glucosa, ya sea para gestionar la diabetes preexistente o para prevenir su aparición. Los investigadores encontraron que caminar inmediatamente después de las comidas ayuda a reducir la cantidad de glucosa que se acumula en el torrente sanguíneo, ya que el ejercicio facilita que los músculos utilicen esta glucosa como fuente de energía.

Además del beneficio metabólico, caminar después de comer también puede contribuir a la salud general de manera más holística. Por un lado, ayuda a la digestión y puede prevenir la sensación de pesadez que a menudo sigue a las comidas. Por otro lado, tiene el potencial de mejorar la salud mental y reducir los niveles de estrés, lo que a su vez puede influir positivamente en la regulación de la glucosa, ya que el estrés puede aumentar los niveles de azúcar en sangre al elevar las hormonas como el cortisol.

Este hallazgo es especialmente relevante en un momento en que las tasas de obesidad y diabetes tipo 2 están aumentando a nivel mundial. Ofrece una estrategia de intervención simple y sin costo que puede integrarse fácilmente en la rutina diaria de las personas, sin necesidad de equipos especiales ni de mucho tiempo.

Para aquellos interesados en adoptar esta práctica, los expertos sugieren mantener un ritmo de caminata que sea ligero pero constante, evitando paradas. La idea no es reemplazar el ejercicio regular más intenso, sino complementarlo con actividades adicionales que puedan contribuir a un mejor manejo de la salud.

Mientras que caminar después de comer es una estrategia prometedora para el control de la glucosa en sangre, los especialistas enfatizan la importancia de un enfoque integral que incluya una dieta balanceada, control del peso, manejo del estrés y actividad física regular para una óptima salud metabólica y general.