RUSIA CREA EL RUBLO DIGITAL PARA MITIGAR LAS SANCIONES ECONÓMICAS

Esta iniciativa tiene como objetivo a largo plazo disminuir el efecto de las sanciones y ofrecer una alternativa a su sistema bancario ante las limitaciones impuestas por el sistema de pagos global Swift.

La exclusión de los bancos rusos del sistema Swift, en respuesta a las sanciones, impulsó a Rusia a explorar alternativas y a desdolarizar sus transacciones para reducir su dependencia del dólar estadounidense. El Banco Central Ruso (BCR) anunció la participación de 12 bancos y 600 individuos en la fase de ensayo del rublo digital.

VTB, el segundo banco más grande de Rusia, informó que ha llevado a cabo con éxito transacciones en rublos digitales a través de su aplicación móvil. El objetivo es expandir el uso del rublo digital a todos los ciudadanos rusos interesados para el año 2025-2027.

Funcionamiento y Propósito del Rublo Digital:

En su fase actual, el rublo digital se emplea para realizar pagos en 30 puntos de venta ubicados en 11 ciudades del país. A largo plazo, se prevé que las transacciones sean gratuitas para los ciudadanos y tengan una comisión mínima para las empresas.

A diferencia de las criptomonedas tradicionales, el rublo digital es una CBDC (Moneda Digital de Banco Central), lo que significa que está bajo un alto nivel de control gubernamental. La moneda está respaldada y controlada directamente por el Banco Central Ruso, y su seguridad es monitoreada por los servicios de seguridad del FSB.

Los defensores de esta iniciativa argumentan que el rublo digital mejorará la seguridad de los pagos. No obstante, algunos analistas expresan preocupación sobre el aumento del control gubernamental sobre los ciudadanos a través de esta moneda digital.

En un momento en que las tensiones geopolíticas y las sanciones internacionales afectan la economía rusa, el lanzamiento del rublo digital representa un intento de Rusia por ganar autonomía en sus transacciones financieras. Sin embargo, también plantea interrogantes sobre el balance entre la seguridad financiera y la privacidad individual en un mundo cada vez más digitalizado.