DESPLOME DEL PODER ADQUISITIVO, LOS SALARIOS RETROCEDEN 20 AÑOS EN 2 MESES DE GESTIÓN DE MILEI

La economía argentina atraviesa un momento crítico en términos de poder adquisitivo, con los primeros meses de la gestión de Javier Milei marcando una caída sin precedentes en los ingresos de los trabajadores del sector formal. Este deterioro en la capacidad de compra de los salarios, el más significativo desde la época posterior a la salida de la convertibilidad, revela las profundas consecuencias del plan de ajuste impulsado por el gobierno actual.

La combinación de una megadevaluación en diciembre, seguida de un fogonazo inflacionario, ha socavado cualquier intento de recuperación salarial a través de la renegociación de paritarias. En este contexto, los salarios reales han experimentado una caída vertiginosa, perdiendo cerca de una quinta parte de su valor en apenas dos meses, lo que representa una pérdida de poder adquisitivo a una velocidad sin precedentes en las últimas dos décadas.

El Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) de enero reflejó un intento de ajuste con un incremento del 14,7%, el más alto registrado, pero aún insuficiente frente a una inflación del 20,6% en el mismo mes. Esta situación ha llevado a una disminución mensual del poder adquisitivo del 4,9%, sumándose al 13,7% de pérdida registrada en diciembre debido al impacto inicial de la política económica adoptada por el gobierno de Milei.

La caída acumulada del 17,9% en el poder adquisitivo de los asalariados formales no solo tiene un impacto inmediato en el nivel de vida de los trabajadores, sino que también está provocando una reducción significativa en el consumo y profundizando el escenario recesivo del país. Este deterioro, que se acerca peligrosamente al 20,9% registrado durante la presidencia de Mauricio Macri, evidencia la magnitud de la crisis económica actual.

Los análisis indican que el RIPTE de enero, ajustado por inflación, ha retrocedido hasta niveles vistos hace 19 años, lo que subraya la severidad de la crisis salarial. Esta pérdida de capacidad adquisitiva no solo afecta la economía en su conjunto, sino que también pone de manifiesto los desafíos que enfrenta el gobierno de Milei para revertir esta tendencia y estabilizar la economía argentina.