MILEI, ENTRE DEFINICIONES Y CAMBIOS: EL FIN DE SEMANA QUE PUEDE MARCAR UN NUEVO RUMBO EN SU GOBIERNO

Con el reloj electoral en cuenta regresiva, Javier Milei atraviesa días de definiciones políticas y tensiones internas. Mientras espera el resultado del domingo, el presidente evalúa cambios profundos en su Gabinete y en el sistema de toma de decisiones de la Casa Rosada.

“A partir del domingo va a cambiar en serio la Argentina”, aseguró Milei en el cierre de campaña de La Libertad Avanza (LLA), realizado en Rosario, donde el calor sofocante no alcanzó para aplacar las especulaciones sobre quiénes seguirán y quiénes podrían dejar el Gabinete.

El mandatario viajó a Santa Fe acompañado por buena parte de sus ministros, en medio de versiones cruzadas que alimentan el clima de incertidumbre dentro del oficialismo.

El dilema Caputo: sostener al ministro más fuerte o renovar el equipo económico

El futuro de Luis “Toto” Caputo es uno de los temas más sensibles. Aunque Milei lo considera su hombre de máxima confianza, los resultados económicos y las tensiones internas pusieron al ministro bajo la lupa.
En el entorno presidencial no descartan ajustes en el área económica para oxigenar la gestión y mejorar los canales de diálogo con empresarios y gobernadores.

Francos, la pieza política que equilibra al gabinete

Otro punto en debate es la continuidad de Guillermo Francos, ministro del Interior, cuya capacidad de articulación política es valorada incluso por la oposición. Milei evalúa darle un rol más central en el rediseño del gobierno, en momentos en que necesita reforzar los puentes con el Congreso y las provincias.

Sin embargo, su perfil moderado genera resistencia dentro del ala dura libertaria, que prefiere mantener una conducción más cerrada.

El “triángulo de hierro”, en revisión

La estructura de poder que integran Karina Milei, Santiago Caputo y el propio presidente atraviesa un momento de revisión. Ese “triángulo de hierro” que definió las estrategias más duras del Gobierno podría dar paso a una conducción más amplia e institucionalizada, con mayor peso político y técnico en la toma de decisiones.

“No habrá un cambio de rumbo, pero sí un cambio de ritmo”, sostienen cerca del presidente, que busca ordenar la gestión y reforzar la autoridad presidencial sin perder control político.

Expectativa y cautela

En paralelo, Mauricio Macri sigue de cerca el proceso. Aunque mantiene diálogo con Milei, observa con cautela los movimientos internos y duda de algunos nombres que suenan para el nuevo gabinete.

El resultado del domingo será determinante: si el oficialismo logra un buen desempeño, Milei podrá avanzar con su relanzamiento político y una reconfiguración inmediata del gabinete.
Si no, lo esperará un escenario donde la negociación y el equilibrio interno serán inevitables.