NOVEDOSO ACOMPAÑAMIENTO: HOSPITAL DE ROSARIO PERMITIRÁ EL INGRESO DE MASCOTAS PARA PACIENTES PEDIÁTRICOS

Una iniciativa inédita en la salud pública local permitirá que los niños internados en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela puedan reencontrarse con sus animales de compañía durante su tratamiento. La Municipalidad de Rosario ultima los detalles de un protocolo que autorizará el ingreso controlado de mascotas como apoyo emocional, marcando un antes y un después en el abordaje integral de la salud infantil.

“Es un avance más en la mirada integral que impulsamos desde la salud pública —explicó Soledad Rodríguez, secretaria de Salud municipal—. Sabemos que la presencia de una mascota querida puede generar un efecto terapéutico real en los niños que atraviesan situaciones de angustia o tratamientos prolongados.”

La experiencia se implementará como prueba piloto por seis meses, y en esta primera etapa estará limitada a perros con buen comportamiento y vacunas al día. Cada visita será supervisada por un responsable del animal y un comité evaluador, que garantizará las condiciones sanitarias y de seguridad.

El protocolo prevé que las visitas se realicen en un entorno controlado, durante un máximo de 30 minutos, con la intención de favorecer el bienestar emocional sin alterar la dinámica hospitalaria.

Desde el municipio sostienen que el contacto con una mascota puede ser tanto un alivio emocional como un estímulo físico. “Es más que un protocolo, es un acto de ternura que también cura”, resumieron desde el área de Salud.

🐾 El poder sanador del vínculo
Las terapias asistidas con animales no son nuevas, pero su incorporación a la salud pública sí representa un paso significativo. Según la Asociación Argentina de Terapia Asistida, el trabajo con perros mejora la calidad de vida de las personas al reducir la ansiedad, fortalecer la comunicación y potenciar el bienestar físico y emocional.

Con esta iniciativa, el Hospital Vilela se convierte en el primer centro público de Rosario en abrir sus puertas a las mascotas de los pacientes internados. Una medida que combina ciencia, sensibilidad y una convicción profunda: a veces, una caricia y una cola que se agita pueden ser tan terapéuticas como un tratamiento médico.