
Salud
ARGENTINOS BAJO ESTRÉS ECONÓMICO: IMPACTO EN LA SALUD Y CLAVES PARA SOBRELLEVARLO
26/06/2025 - 09:20

En un contexto de alta inflación, caída del poder adquisitivo y ajustes en servicios esenciales, cada vez más personas en Argentina experimentan lo que se conoce como estrés económico. A diferencia de la pobreza tradicional que se mide con ingresos, este concepto pone el foco en la percepción de las familias sobre su situación financiera y su capacidad para sostener una vida digna.
🔍 ¿Qué es el estrés económico?
El estrés económico es una forma de malestar asociada a la incertidumbre y dificultad constante para cubrir gastos básicos del hogar: alimentos, salud, vivienda, educación, transporte y servicios. No se trata solamente de no tener ingresos suficientes, sino de la angustia cotidiana que genera vivir al límite, sin margen para imprevistos ni posibilidad de ahorro.
Este indicador combina factores objetivos y subjetivos:
-
Objetivos: bajos ingresos, deudas, inflación, pérdida de beneficios.
-
Subjetivos: sensación de inseguridad, miedo al futuro, percepción de que “no alcanza”.
Lo estudian organismos como la UCA (Universidad Católica Argentina) a través del Observatorio de la Deuda Social, que evalúa cómo se sienten y cómo viven las familias más allá de las cifras oficiales de pobreza o indigencia.
⚠️ ¿Cómo afecta a las personas?
El estrés económico impacta directamente en la salud mental y física, en las relaciones familiares y en la vida social. Algunos efectos comunes:
-
Ansiedad constante al revisar cuentas, precios y pagos.
-
Irritabilidad o discusiones en el hogar por temas de dinero.
-
Problemas de sueño o insomnio.
-
Renuncias forzadas a actividades recreativas, sociales o educativas.
-
Postergación de atención médica o consumo de medicamentos.
-
Autoexclusión por vergüenza o angustia al no poder sostener el estilo de vida anterior.
Incluso personas con ingresos formales o empleo pueden sufrirlo, sobre todo si sienten que trabajan mucho y aún así no logran cubrir lo básico ni planificar a futuro.
📊 ¿Cómo se mide o detecta en la vida diaria?
A nivel técnico, se mide con encuestas como las del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, que preguntan:
-
¿Le alcanza el ingreso del hogar para cubrir los gastos mensuales?
-
¿Pudo ahorrar algo en el último mes?
-
¿Tuvo que endeudarse para pagar servicios o comida?
-
¿Tuvo que saltearse comidas o limitar el acceso a medicamentos?
Pero en la vida cotidiana, hay señales muy claras de estrés económico:
-
Hacer malabares todos los meses para pagar lo básico.
-
Usar tarjeta de crédito para comprar alimentos.
-
Cambiar marcas, reducir porciones o eliminar productos esenciales.
-
Cancelar salidas, viajes o estudios.
-
Pedir dinero prestado para gastos corrientes.
-
Sentir que “no hay salida”, aunque se trabaje todos los días.
💬 ¿Por qué es importante hablar de esto?
El estrés económico es más difícil de medir que la pobreza, pero es mucho más común y extendido. Ponerle nombre a esa sensación de agotamiento financiero ayuda a:
-
Visibilizar una realidad que viven millones.
-
Desarmar la culpa individual (“no soy yo, es el contexto”).
-
Reclamar políticas públicas que no solo atiendan la pobreza extrema, sino también el desgaste de los sectores trabajadores y medios.

