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EL MERCADO AJUSTA SUS PROYECCIONES: QUÉ ESPERAR DE LA INFLACIÓN, EL DÓLAR Y LAS TASAS EN 2026

06/11/2025 - 07:44

EL MERCADO AJUSTA SUS PROYECCIONES: QUÉ ESPERAR DE LA INFLACIÓN, EL DÓLAR Y LAS TASAS EN 2026

Con el cierre del año electoral y un resultado favorable para La Libertad Avanza (LLA), el mercado comienza a delinear sus proyecciones para 2026. Analistas y consultoras financieras trazan un panorama más optimista que el que predominaba antes del 26-O, aunque advierten que el plan económico de Luis Caputo todavía enfrenta desafíos importantes: desde acumular reservas y mantener el equilibrio fiscal hasta lograr una reducción del riesgo país que permita volver al mercado internacional de deuda.

Inflación y dólar: el nuevo escenario que anticipa el mercado

Desde Adcap Grupo Financiero prevén para el próximo año una inflación cercana al 20% anual y un tipo de cambio real similar al de cierre de 2025. Además, anticipan que el Gobierno podría eliminar las bandas cambiarias y flexibilizar los controles de capital hacia fin de año.

“Bajo un nuevo régimen monetario basado en el control de los agregados, el Banco Central podría reconstruir reservas, especialmente durante la temporada alta de la cosecha, y recuperar el acceso a los mercados internacionales. Si tiene éxito, el riesgo país podría comprimirse hacia los 400 puntos básicos”, proyectaron desde la firma.

Por su parte, Leonardo Anzalone, director del CEPEC, planteó un escenario con un tipo de cambio algo más alto para 2026, en línea con la necesidad del Gobierno de evitar un atraso cambiario. “Es probable que el BCRA mantenga un esquema de microdevaluaciones más activas, acompañando la inflación para no perder competitividad externa”, sostuvo.

Anzalone prevé una inflación todavía en niveles de dos dígitos altos (25%–30%), con un crecimiento económico moderado debido a la lenta recuperación del consumo y la persistente contracción de la actividad.

En tanto, Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, consideró que el resultado electoral “abre un escenario más tranquilo”. Según explicó a Ámbito, “si el Gobierno envía las señales correctas, podríamos tener un año donde la inflación siga bajando”.

Tiscornia recordó que “en 2024 la inflación fue del 120%, este año cerrará en torno al 28% y podría ubicarse por debajo de ese nivel en 2026”, siempre que se consolide una buena cosecha y el Ejecutivo logre renovar los vencimientos de deuda.

De acuerdo con el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, el consenso de los analistas proyecta una inflación del 19,5% para el próximo año y un dólar oficial en $1.811,5 hacia diciembre de 2026, apenas 18% por encima del valor estimado para fin de este año.

Tasas, política monetaria y el dilema del apretón

Otro foco de atención es la política monetaria. Desde Empiria sostienen que, hasta que se defina un nuevo régimen cambiario, la tasa de interés continuará superando tanto a la inflación como al ritmo devaluatorio. “Cuando se elimine o flexibilice la banda, y si se avanza en la liberalización del cepo para las empresas, podría producirse un salto cambiario acotado, con un traslado a precios moderado —de entre 30% y 40%— y una posterior caída de las tasas reales”, explicaron.

Por su parte, PPI advierte que el apretón monetario seguirá cediendo, lo que podría empujar las tasas reales a la baja. “Sin embargo, persisten dudas sobre la velocidad con que bajará la inflación. Una política monetaria más laxa, junto con el repunte de la actividad, podría sostenerla en torno al 2% mensual por más tiempo del previsto”, señalaron.

En la actualidad, y ante la ausencia de una tasa de política monetaria formal, el BCRA utiliza las operaciones simultáneas en BYMA como referencia, ubicándola en torno al 22% TNA. Esta baja se vio favorecida por la flexibilización del apretón monetario, un menor “roleo” de deuda en pesos y la modificación del cómputo de encajes bancarios.

Los tres riesgos que podrían poner en jaque al plan económico

Según Adcap, el equipo económico enfrenta tres riesgos centrales:

  1. Relajar la política monetaria antes de tiempo, lo que podría desanclar expectativas y erosionar la credibilidad del Banco Central.

  2. Una recuperación económica débil, que podría aumentar el desempleo y deteriorar la imagen del Gobierno.

  3. Mayor tensión política, con sectores de la oposición que podrían endurecer su postura frente a las reformas laboral y tributaria.

Para Anzalone, el principal desafío será mantener el equilibrio fiscal sin frenar la recuperación y, al mismo tiempo, acumular reservas en un contexto de balanza comercial aún frágil.

“El 2026 será un año de transición: con menos nominalidad, pero sin margen para relajarse ni en lo cambiario ni en lo fiscal”, concluyó.

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