NO HAY DINERO PARA LOS SUELDOS DE LOS CHOFERES Y SE HABLA DE UN PARO INMINENTE

Santa Fe enfrenta, una vez más, un escenario de tensión y conflictividad en el servicio de transporte urbano. Tras un paro de 24 horas que resonó en todo el interior del país, el servicio de colectivos en la ciudad se encuentra en una situación crítica, con posibles consecuencias inminentes para sus usuarios debido a la incertidumbre sobre el pago completo de los salarios de los choferes.

El Origen del Conflicto

La crisis actual tiene su origen en el desfase entre los aumentos salariales acordados y la capacidad de las empresas de transporte para afrontar estos compromisos financieros. A pesar de que la paritaria de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) cerró con un nuevo incremento salarial para los choferes, la realidad es que las empresas operadoras de colectivos en Santa Fe solo disponen de la mitad de los fondos necesarios para cubrir estos aumentos.

Este déficit en la financiación surge en un momento crítico, ya que el ajuste tarifario necesario para afrontar los nuevos costos laborales aún no se ha implementado —el boleto está previsto subir a 700 pesos pero todavía no se efectuó dicho aumento—. A esto se suma la interrupción del Fondo Compensador al Transporte del Interior por parte del Gobierno Nacional, un subsidio esencial que fue cortado abruptamente en febrero.

La Respuesta de las Empresas

Ante esta situación, las empresas de transporte han emitido una advertencia clara: con los recursos actuales, solo es posible garantizar el pago del 50% de los salarios a los choferes correspondientes al mes de febrero. Esta realidad pone en jaque no solo a los trabajadores del sector sino también a los miles de usuarios que dependen diariamente del servicio de colectivos para sus traslados.

Las compañías han solicitado, como medida urgente, un aporte extraordinario por parte del Municipio de Santa Fe para poder cumplir con las obligaciones salariales y evitar un paro por tiempo indeterminado que profundizaría aún más el conflicto.