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MOVERSE EN INVIERNO: LOS PROS Y CONTRAS DE ENTRENAR CON FRÍO

23/06/2025 - 12:24

MOVERSE EN INVIERNO: LOS PROS Y CONTRAS DE ENTRENAR CON FRÍO

Con la llegada del invierno, las temperaturas más bajas y los días más cortos suelen poner a prueba nuestra motivación para mantener una rutina de ejercicio regular. Sin embargo, la actividad física en esta época del año tiene beneficios particulares, aunque también presenta algunos desafíos. A continuación, repasamos los principales pros y contras de hacer ejercicio en invierno, junto con consejos para adaptarse de forma saludable.

Los beneficios (pros)

  1. Refuerza el sistema inmunológico
    Mantenerse activo en invierno ayuda a fortalecer las defensas naturales del cuerpo. El ejercicio moderado estimula la producción de glóbulos blancos, mejora la circulación y puede reducir la frecuencia de enfermedades respiratorias estacionales.

  2. Combate el desánimo y el estrés
    Los meses fríos suelen traer un descenso en el estado de ánimo, en parte por la menor exposición a la luz solar. El ejercicio favorece la liberación de endorfinas y serotonina, claves para mantener el bienestar emocional y prevenir cuadros de ansiedad o depresión estacional.

  3. Mayor gasto calórico
    En temperaturas bajas, el cuerpo necesita más energía para mantenerse caliente. Esto, combinado con la actividad física, puede generar un gasto calórico superior al de otras estaciones, favoreciendo el control de peso o la pérdida de grasa corporal.

  4. Establece hábitos sostenibles todo el año
    Mantenerse en movimiento incluso en invierno ayuda a consolidar un hábito estable, que no depende de la estación ni del clima. Esto favorece la constancia y los beneficios a largo plazo.

Los desafíos (contras)

  1. Mayor riesgo de lesiones musculares
    El frío puede hacer que los músculos y articulaciones estén más rígidos, aumentando el riesgo de tirones o esguinces si no se realiza un buen calentamiento previo.

  2. Dificultad para salir de casa
    El mal clima, la lluvia o el viento pueden desmotivar incluso a los más activos. Esto puede interrumpir la rutina o llevar a largos períodos de inactividad.

  3. Problemas respiratorios en ambientes fríos
    En personas sensibles o con afecciones respiratorias, inhalar aire muy frío puede provocar molestias, tos o sensación de ahogo. Es importante adaptar la intensidad del ejercicio y, si es necesario, optar por lugares cerrados.

  4. Menor hidratación y percepción de sed
    Aunque se transpire menos, el cuerpo sigue perdiendo líquidos. En invierno suele haber una menor conciencia de la necesidad de hidratarse, lo que puede afectar el rendimiento o la recuperación muscular.

Consejos para entrenar bien en invierno

  • Realizar un calentamiento más prolongado y progresivo.

  • Vestirse por capas: ropa técnica que permita transpirar sin enfriarse.

  • Elegir horarios con luz natural, tanto por seguridad como por el efecto positivo de la vitamina D.

  • Hidratarse antes, durante y después del ejercicio.

  • Adaptar el lugar y la actividad: si hace mucho frío, se puede optar por entrenar en interiores, realizar rutinas cortas pero efectivas o aprovechar apps y clases online.

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