UTA DEFINIÓ SI ADHIERE AL PARO

El tercer paro general contra el gobierno de Javier Milei no tendrá el mismo peso simbólico que los anteriores: esta vez, los colectivos circularán con normalidad. La Unión Tranviarios Automotor (UTA), gremio que nuclea a los choferes de colectivos, no detendrá su actividad, dejando al paro sin uno de sus actores más visibles en la vida cotidiana de millones de trabajadores.

Desde el gremio aseguraron que “la UTA adhiere a la medida de la CGT, pero no puede parar porque está en conciliación obligatoria”. Sin embargo, la explicación deja entrever una postura ambigua. No hubo comunicado oficial, ni señales claras de acompañamiento. El sindicato jugó al misterio desde el anuncio de la huelga y su ausencia se hace notar.

Legalmente, la conciliación obligatoria que atraviesa el gremio rige solo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), en el marco de un conflicto salarial, y se extiende hasta el 12 de abril. El paro convocado por la CGT, en cambio, tiene fundamentos más amplios: rechaza la política económica del gobierno nacional, el ajuste sobre los trabajadores y la pérdida de derechos laborales. Desde la propia CGT, Héctor Daer fue categórico: “Una conciliación obligatoria sectorial no imposibilita la adhesión al paro de la CGT”.

Sin embargo, detrás del silencio de la UTA también hay un trasfondo político. El gremio se alejó de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que sí hará sentir el paro con un alto nivel de adhesión en los ferrocarriles, el transporte aerocomercial y los puertos. Esa distancia marca un quiebre interno dentro del sindicalismo del transporte y una señal al resto del arco gremial: la conducción de la UTA no está dispuesta a confrontar abiertamente al gobierno.

Así, el paro general del 10 de abril transcurre sin colectivos, lo que inevitablemente le quita visibilidad y alcance. Aunque muchas actividades se verán afectadas por la adhesión de gremios clave, la circulación del transporte urbano impactará en el nivel de acatamiento y en la percepción pública de la medida.