
Salud
CALEFACTORES ELÉCTRICOS PORTÁTILES: ¿ALIADOS CONTRA EL FRÍO O ENEMIGOS DE LA SALUD RESPIRATORIA?
05/04/2025 - 10:24

Con la llegada de los primeros fríos otoñales, muchas personas recurren a calefactores eléctricos portátiles para ganar calor rápidamente en espacios reducidos. Son prácticos, accesibles y no requieren instalación. Pero… ¿son realmente seguros para la salud, especialmente para quienes sufren de alergias respiratorias o problemas pulmonares?
Lo bueno: calor inmediato, sin combustión
A diferencia de los calefactores a gas, los eléctricos no producen monóxido de carbono ni requieren ventilación externa. Esto los convierte en una opción más segura desde el punto de vista de la inhalación de gases tóxicos.
Además, los modelos modernos vienen con sistemas de apagado automático en caso de sobrecalentamiento o caída, lo que reduce el riesgo de incendios domésticos.
Lo no tan bueno: aire seco y circulación de polvo
El principal problema de los calefactores eléctricos es que resecan el ambiente. La falta de humedad en el aire puede afectar las mucosas respiratorias, irritar los ojos, empeorar la sequedad de la piel y aumentar el riesgo de infecciones respiratorias, especialmente en niños y personas mayores.
Además, al calentar el aire, muchos modelos generan movimiento de partículas, incluyendo ácaros del polvo, esporas de moho y polen, lo que puede empeorar las alergias y el asma. Incluso sin combustión, el aire caliente en circulación puede actuar como un disparador de síntomas en personas sensibles.
¿Qué tener en cuenta para usarlos de forma segura?
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Ventilá los ambientes diariamente, aunque haga frío. Unos minutos de renovación de aire ayudan a reducir la acumulación de alérgenos y contaminantes.
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Usá humidificadores o colocá un recipiente con agua en la habitación para contrarrestar la sequedad ambiental.
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Mantené limpios los filtros y el equipo para evitar que el calefactor disperse polvo acumulado.
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No los ubiques cerca de cortinas, camas o muebles inflamables.
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En caso de tener enfermedades respiratorias crónicas, consultá con tu médico si es recomendable su uso en espacios cerrados por tiempo prolongado.
¿A quiénes puede afectar más?
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Personas con asma o rinitis alérgica: pueden experimentar aumento de síntomas como tos, estornudos, congestión nasal o dificultad respiratoria.
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Niños pequeños y adultos mayores: más sensibles al aire seco y a las variaciones de temperatura.
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Personas con dermatitis o piel sensible: la sequedad ambiental puede agravar cuadros dermatológicos.


